Sé que la sorpresa se torna en algo inesperado.
El resultado de la sorpresa debe ser la emoción.
Y esta a su vez puede ser repleta de alegría.
El pasado jueves 27 de marzo, un día muy especial, mi vida se llenó de ella.
Llegaba a la edad de 84 años.
Y lo que quería era pasarlo tranquilo y solo ir a comer.
Pero la inteligencia y creatividad de una adorable mujer no lo dejaron pasar así.
Preparado con tiempo y repleto de detalles y de preciosas intenciones, algo me esperaba.
No lo sabía ni tenía referente de algún tipo.
La galería a la que le había puesto atención durante años era el sitio.
Allí había gente, muchas y también estaba la sorpresa mayor.
Puedo decir que ni incrédulo estaba porque no sabía lo que se preparó.
Lo cierto fue que cada momento aparecía algo que aumentaba lo sorprendido.
Una galería virtual repleta de carteles realizados durante muchos de esos años cumplidos.
Un pastel con el cartel que llegó al mil.
Y que teníamos que reconocer que estaba muy bueno.
Muchos amigos y gente de todas partes, sobre todo de Puebla.
De ese otro tiempo, parte de los años cumplidos.
Pero ¿quién fue la creadora de todo ese momento que se convirtió en inolvidable?
Estoy convencido que solo hay una en este planeta que lo puede hacer.
Se necesita mucha disposición, intención y amor para realizarlo.
No es algo fácil enfrentar tantas dificultades para hacerlo posible.
Su corazón rebasaba cualquier expectativa.
Enfrentarlo todo y resolverlo vale lo que creas posible.
Porque cada aspecto de lo que decidió hacer, lo logró.
Y sus dosis de dificultades no pudieron con ella.
Todo fue saliendo y llenándome de amor por ella.
Cómo era posible que tanto se dejara vencer y crear algún traspiés.
Imposible que sucediera porque ella no lo permitiría.
Los 84 marzos se volvieron una fiesta única y especial.
Si por ahí hubiera alguna envidia estaría redoblándose.
Y para concluir con tanta sorpresa sucedió lo impensable.
Una petición de mano con anillos y todo.
Él, yo, no se negó y de inmediato supe decir SÍ.
Ahí la sorpresa se quedó totalmente sorprendida.
Ayudó y completó para que lo pensado se hiciera parte de ella.
Por eso quiero dejar este escrito para decirte que es enorme lo que significó para mí.
Cada minuto de todo ese instante de estos 84 años se hicieron una fiesta.
Repleta de luz y de energía para hacerlo una felicidad.
Esta fiesta especial estará en mi historia de vida como algo maravilloso.
Ñiko
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