28.9.23

Y a todo lo narrado ayer, agreguemos a la lluvia.

   

En verdad, no sé si estamos en época de lluvia.

Pero, aparece cuando la esperamos.

Y también cuando el sol hace que no se le de oportunidad.

Es cierto, que hay momentos donde las nubes son demasiadas.

Y cambian de color constantemente.

Las vemos negras y sobre un gris tímido y muy claro.

Escuchamos el tronar del espacio anunciando que está dispuesto para llover.

Sin embargo, puede que el sol limpie las nubes y estas apenadas se vayan.

La lluvia es traviesa y hasta un poco bromista.

Lo más impresionante es cuando llueve con fuerza y estás desprotegido.

Aunque vayas en tu coche. el ruido del agua golpeando la lámina de metal, asusta.

Sabemos de la importancia de la lluvia, pero cuando esta es constante, no la queremos.

También si no aparece, le pedimos a quien es responsable de hacerla realidad, que caiga.

Cuando el tronar se escucha sin esperar, hace que sintamos el mayor respeto.

La lluvia está acompañada de la humedad que se impone.

Claro que la naturaleza es sabia y el sol sabe de su papel para secar el paisaje.

Decimos de la lluvia, porque el camino emprendido ayer fue acompañado por mucha agua.

Un impresionante aguacero que hacía que no viéramos con nitidez.

Y para que el ambiente fuera especial unos flashazos de luz le acompañaban.

Relámpagos fuertes para que todavía sintiéramos o completáramos, más temor.

Cuando la lluvia aparece y estamos en nuestras casas se torna gratificante.

Es cierto que las plantas se abrillantan con el agua que necesitan.

Pero cuando estamos en ese atolladero, que vivimos recientemente, ayer… no la queremos.

Preferimos ir manejando a vuelta de rueda y viendo como todo es lento.

Muy lento, donde las imágenes casi no se mueven.

Todo se siente despacio y sin apuros.

Hasta las voces se distorsionan por su calmado hablar.

La lluvia hace diversos sonidos, intensos, graves y hasta agudos.

En el cielo no hay paciencia de que se oculte y deje de hacer esos sonidos asustados.

Cuando se programa a llover no hay como escapar de esa tormenta.

También los pájaros gritan para que se calmen y puedan volar tranquilos.

La lluvia es el llorar de la naturaleza.

Y los truenos el enojo de ese tanto llorar.

¿Entonces los relámpagos tienen su significado?

Claro, no son más que las fotos que se sacan las nubes, con su cámara de flash.

Ñiko


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