17.3.21

Ya es marzo y se torna importante para mi vida.   

Comienza el mes tercero de otro año.

Y de otro siglo, que se deja nombrar veintiuno.

Un siglo que ha soportado serios embates a su seguridad.

El llamado de la naturaleza al cambio, dicho y visto.

Una iracunda pandemia que ha resultado similar a las del medioevo.

Sin embargo, este año es importante y destacado para mi existir.

Resistir creciendo y haciendo la vida de otra manera.

Tener las ganas de llegar a una edad que nunca había estado en mi conciencia.

Muy cierto, que el término madurez se hace presente en todo.

Cada parte del existir se vuelve más determinante.

Células que hacen visible los años transcurridos.

Lo que ayer era normal y seguro, ahora resulta para asombrarnos.

Lo más valioso es la experiencia, por lo que hacemos.

Antes, algunos años atrás cualquier aspecto era un poco impensado.

El hoy, se analiza hasta estar seguro.

Lo que podía molestar se afrontaba sin mucho dejar de hacerlo.

En estos instantes, se aparta cualquier resultado incierto a lo conocido.

Y los consejos para mejor estar son constantes.

Cambiar lo que creemos debe ser factible o demasiado.

Mejor vivir sin complicaciones, aprovechando cada minuto.

Y si se puede, cada segundo.

Estar mejor se hace importante, aunque lo que nos rodea es difícil de convencer.

Lo que tenemos en el corazón es un bienestar indispensable.

Y en nuestra cabeza un mucho, todavía de creatividad.

Forzar los años no hace falta, porque ellos solos se dejan vivir.

Por eso, cada día de este mes tercero de 2021, se hará más grande.

O mejor, ayudará a convertirme en un octogenario.

Lleno todavía de expectativas y deseos de seguir haciendo muchas cosas.

De todos los tipos para sentir en el cuerpo a la vida, que se hace mayor.

Bueno, este mes seguiremos en la reflexión, para dejar un recuerdo inolvidable. 


No hay comentarios: