Los porqués.
Definitivamente es una
importante explicación.
A veces es una manera de
entender lo que se plantea.
A nivel de un razonamiento
claro.
Un porqué le
da sentido a lo que no entendemos.
Es la búsqueda de aquello
que resulta incomprensible.
Es escarbar hasta lo más
hondo de nuestro ser.
Con un porqué
justificamos lo pensado.
No importando lo complejo
que esto resulte.
Cuando aparece algo
incomprensible le rascamos al porqué.
Siempre intentando dar una
clara explicación a lo que se nos presenta.
El resultado de los porqués
puede tornarse importante.
Hasta indispensable en
nuestro vivir.
Hace que lo que no
comprendemos se presente de otra manera.
Con un porqué
bien explicado podemos salir airoso de cualquier dificultad.
Y por lo general lo
hacemos tranquilo y directo.
Sentimos la seguridad de
no fallar.
Esto ha ocurrido porque
tenemos un porqué que lo comprenda.
Es interesante recordar
que siempre se trata de encontrar el porqué de cualquier cosa.
Es para sentir que nada
está fuera de lo inteligente.
Diría que tratar de
encontrar lo que nos pone en duda.
Lo maravilloso de los porqués
es que los hay afirmativos o interrogativos
Hallar cualquier porqué
es decirnos lo que tenemos que hacer con suficiente seguridad.
Nada se deja a la duda si
le entendemos.
Y porqué lo
decimos sin tomar su explicación anticipada.
El porqué
está porque tiene que estar, ni menos ni más.
Y aunque no se explique
demasiado, ayudará a ver todo mejor.
No importando lo que
encontremos en el razonar de los porqués.
Estos seguirán manteniendo
el mejorar lo vivido.
Encontrando la estabilidad
requerida para entenderle.
Increíble que estas pocas
letras tengan tanto significado.
Además de ayudarnos a
mantener una coherencia en el entorno que vivimos.
Los porqués
serán auxiliares en la explicación y contenido de lo que hacemos diariamente.
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