5.9.19


La esperanza.
¿A que le damos esa asignación?
Tal vez, sea como otra manera de la espera.
La confianza es un sinónimo de esta palabra.
Y es ese algo que deseamos pueda volverse realidad.
Ayuda al vivir infundiendo deseos de tener.
También es como creer en ese alguien que está.
Y estar seguro de que nos brinda su buena voluntad.
Con la confianza se logran, al parecer, muchos deseos.
Incluso se dice que la esperanza es lo último que se pierde.
Esperanza también puede ser el nombre de alguien.
Es casi estar seguro que puedes realizar lo que necesites.
Y hasta más allá de lo posible.
Tener esperanza es dar un poco de estímulo al vivir.
Dándole mucho a lo que se presente, en aras del bienestar de uno.
Ese llamado bienestar se mueve entre la lógica y su falta.
Pensamos que todo puede salir bien si la usamos en cualquier ocasión.
Transita entre lo religioso como la fe y su contrario.
Por algo se le considera una virtud teologal.
Es también, compañera indispensable de la fe.
Cuando alguien está pasando por una situación nada bien, la esperanza le ayuda.
Creemos y estamos seguros de que se saldrá de cualquier dificultad.
Al continuar y evitar lo inoportuno.
La esperanza es mantener lo positivo del vivir.
Generalmente, hasta los colores se asocian a estos aspectos.
Y el verde es el que tiene esa condición para sentirle.
La esperanza pone al futuro en las manos de quienes le hacen culto.
Y dependiendo de su certeza se puede salir airoso.
Infunde tranquilidad en el transcurrir de todo lo que tenemos.
Y lo que deseamos para nuestro mejor estar.
Puede ser que la esperanza sea una manera del humano para mejorar su hábitat
Lo real se impone y en muchas ocasiones deja a la esperanza esperando.
Mejor comportarse con ganas de vivir bonito y todo saldrá sin complicaciones.

No hay comentarios: