25.8.19


El hacer que nos mantiene.
Siempre he creído que estamos obligados a hacer.
Llenarnos de actividades que generen  muchas cosas para pensar.
O mejor, no pensar cosas que no sirven.
Cada aspecto de la vida tiene una intensión.
Y esta nos obliga a crear actividades que nos hacen mejores.
La práctica tiene la función de ejercitarnos.
En cualquier aspecto que se nos presente.
Lo que fuere necesario para mantener la actividad del confrontar.
Cuanto más hagamos mejor para mantener nuestro cerebro sano.
Y además, seguros que estamos con la función del hacer a máxima capacidad.
De lo que seamos capaces poner a prueba su funcionar.
Existen actividades que son estimulantes para la vida.
La reflexión es una de ellas, que ayuda a mantener a la inteligencia en actividad.
También poner a prueba la capacidad de realizar lo manual.
En coordinación con todas las técnica que sepamos.
Y claro está disfrutando del pensamiento artístico y literario.
Hay manualidades que infunden pasión y llenan de interés lo que queremos.
Vivir haciendo es fundamental para mantenernos activos.
Nada puede opacar lo que se tiene que realizar.
Todo se vale y es asombrosamente útil.
Desde lo más simple hasta aquello que requiere una complejidad mayor.
El pensar mantiene al cerebro a prueba.
Nada le interrumpe cuando estamos en este accionar.
Hacer lo que sepamos para enriquecernos.
Además, probar con lo que resulte complejo.
E incluso no podamos o sea difícil de realizar.
No importando cuanto tenemos que rendirle atención.
Todo ayudará a vernos mejores.
Hagamos lo que esté a nuestro alcance y más allá.
Todo se revertirá en estímulos al vivir.
Y nos hará sentirnos útiles e importantes.
¿Qué más se puede pedir al cada día?

No hay comentarios: