Se decide a aparecer a finales del mes de junio.
Éste se carga de todo el calor posible.
Tal vez esto suceda porque los días son más largos.
Y el sol se mantiene presente con más intensidad.
Y claro las noches son breves y rápidas.
Al verano se le nombra estación.
Inevitablemente es la más cálida.
Se comporta entre la ya nombrada primavera y el otoño sacudidor de hojas.
El verano es contradictorio en esencia.
Cuando en el sur es invierno en el norte se vuelve verano y a la inversa.
El verano es mucho más desenfadado que las otra estaciones.
La vestimenta es ligera y preparada para mostrar al cuerpo.
El verano también acoge la época de la sequía.
Y por supuesto se deja empapar con sorprendentes aguaceros.
Y de los huracanes o tormentas de otros tipos.
El verano se le identifica con las vacaciones y la playa.
El agua de mar se vuelve más cálida que en otras estaciones.
Y el bañarse es un disfrute diferente puesto que no luchamos con las variables de temperatura.
Puede verse como continuación de la primavera, porque las flores siguen su recorrer.
Tiene dos posibles nombramientos entre diferentes seres.
El habla popular le llama verano.
Y los que se dicen cultos o literatos se regodean con la palabra y significado de estío.
El arte ha tenido gran participación en el verano, recordemos el que pintó Arcimboldo.
La literatura se hizo cargo de éste con ¨De repente, el último verano¨ de Tennessee Willian.
Por su papel agobiante de calor, el género humano inventó una contrapartida, el aire acondicionado.
También, los cubitos de hielo para enfriar las bebidas.
Y hasta el helado que se disfruta tanto en esta estación.
Además, le han dedicado un horario particular que se inicia con retrasar los relojes.
La actividad escolar se toma un descanso y los padres asumen un mayor trabajo.
Se hacen cursos para justificar al nombre dado popularmente.
Sin dudarlo, el verano es una época del año, que para algunos es disfrute y para otros es agravio.
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