17.9.14

¡Voy por la Vereda!

Aunque tratemos de ser cotidianos la naturaleza se porta de manera diferente. Cada día se presenta de forma distinta. Apreciamos muchas cosas cada instante. Y esas son y las sentimos de otra manera. Vemos la luz más o menos, intensa y en ocasiones opaca. También, muchas imágenes apareciendo y de igual manera se ocultan a la vista. Buscamos asombrarnos con cada instante que nos regala el vivir. Incluso, hay quienes nos dicen gráficamente como ordenarnos y sacar el máximo de provecho a la información. Ésta es a su vez, inmensamente diversa. Las encontramos en periódicos o en imágenes en movimientos. Agradecemos cuando esta manera de decir nos reporta algún tipo de beneficio. Más, si éste se vuelve una recopilación de hechos culturales. Le damos el más apreciable interés cuando su resultado es visual. El intelecto se refresca y pide auxilio a la forma. En este caso, la gráfica. Es un deleite a los sentido escarbar, pasando las hojas y descubrir que se llenan, te llenan de sorpresas. Nada te detiene en el aprecio por tener todo lo que necesitas para crecer como individuo. Aprender de lo que se hace es un agasajo. Tener la suerte de que forma y contenido se complementen es más que eso. Los sentido se llenan de halagos y se despiertan a todas las emociones.
Hace, relativamente poco tiempo decidí buscar algunos conceptos o palabras que me ayudarán a describir mejor lo que pretendía. Comencé con ¨Vereda¨. Por qué esta palabra? Por su polisemia. Y por hallar una mayor evocación al termino.
Así, porque quiere decir, varios conceptos. Puede ser un camino estrecho. Prestación a trabajo comunitario. También, vía de servicio. Sinónimo de acera. En algunos lugares se convierte en senda. Se tararea en una canción, que le agregas el termino de tropical.
Y, por qué no hablar del nombre de una revista. Ésta, a la que quiero incorporar al termino, y sin duda, camina por el sendero de la cultura.
Lo primero que disfrutamos gráficamente tiene que ver con la cubierta que se lanza a ocupar su contra o reverso. Ésta, es una composición fotográfica, tierna, delicada y me atrevería a calificarla como amorosa. Aparece una bella niña - que parece ser su autora Mariana cuando era pequeña- que nos mira e insinúa con lo que nos vamos a sorprender si hojeamos la revista. La llamada cabeza de la revista o su nombre para identificarla o mejor memorizarla, es de una tipografía sin adornos, fuerte y a la vez segura. Descansa sobre una línea de texto que habla de: andar en la cultura.
Ésta se aprecia inclinada convirtiéndose en cursiva. Le siguen unos títulos de temas de interés, identificados en negro y rojo. Al final la data con la fecha y su número de inicio.
Para recordarle y dejar que se consolide en la historia editorial.
Abrir la cubierta y explorar su interior es un ejercicio indispensable. El Contenido y el Editorial se observan en páginas encontradas. Después, aparecen los contenidos de cada aspecto escrito por diversos autores. El diseño, sobrio a una sola columna, lo hace sólido y de fácil asimilación. Sin embargo la columna solitaria se une a otra que la interrumpe y cambia su tinta de color. Así, hasta llegar a percibirse como dos columnas.
La armonía visual compite con la dinámica de cambio que se va produciendo en todas las páginas de la publicación.
Las imágenes fotográficas, son otro acicate al aspecto de composición de la revista. La fuerza visual de la imagen se enreda con la sorpresa de su decir.
Algo fundamental en una publicación es su formato. En ¨Vereda¨ su tamaño se vuelve cómodo y aceptable por las manos que la sostienen. La acción de hojearla se encariñan con los dedos y cada hoja, convertida en dobles páginas se centran en la lectura de lo que contiene.
La vereda se transita, con placer. Se van dando pasos que te dejan pasear por un universo repleto de conocimientos. Las letras se adornan para convertirse en palabras y éstas a su vez te llenan de conocimientos. Los temas se dejan ver y sentir entre la tipografía y las fotos. La sorpresa de un grabado interrumpe la secuencia y se detiene a la espera de la contemplación.
En fin, el esfuerzo por crear una revista que llegue a muchas manos y sus intelectos se debe a la decisión de un organismo que cuida esta actividad y a los personajes que quieren y se preocupan porque esto ocurra y se mantenga.
Al equipo editorial solo le podemos decir que los premiaremos leyendo y conservando esta publicación que abre sus páginas al conocimiento y al entretenido, aprender.
Y a ti revista ¨Vereda¨ deseo que tu destino sea, el constante sentido de ser agotada en su consumo que te mantengas por infinito tiempo. Que incluso, cueste algo de esfuerzo encontrarla. Eso quiere decir que gustará y que la necesitaremos, ya, siempre. Gracias.


Presentación revista VEREDA, Feria del Libro Infantil y Juvenil, Preparatoria Juarez, Xalapa, Ver, julio 2014.

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