"Si no conociera al alquimista de ese derroche de ideas convertidas en imágenes, aseguraría que soy el ser que se mueve despacio, observando a cada lado de sus suaves pisadas, atreviéndose a tocar, como flotando, el endurecido suelo, asomando su cabeza a través de la capa ósea y escamosa que le cubre su dúctil cuerpo para llenarnos de tanta grafía, colores ilustrados y tipos que nos explican lo que vemos.
Con ello, aprovechamos y pasamos las páginas de la treintena o centena de libros, con la misma delicadeza que si cuidara un tarsero, ese pequeño mamífero nocturno con grandes ojos. Porque eso es lo que necesitamos para libar cada gota del diseño que se desparrama en este espacio singular, empapándonos con el disfrute de esa enorme creatividad. Pero no es solo lo editorial, aparecen carteles que llenan y adornan las paredes de la nueva galería. Se discuten la atención del asombrado observador. Imágenes enfundadas en un provocador mensaje completada por el rico gusto de tanta figuración.
Así, aconsejo que no se queden más de dos horas observando esta exposición, porque estamos seguros de que se convertirán en otros seres, maravillados y permeados de tanta sensibilidad y serán trasladados y transformados en una diferente especie que habita en el asombroso planeta Magallanes, lleno de sus extraordinarios habitantes alejandrinos."
-Ñiko
Palabras para Exposición de Alejandro Magallanes, Amarillo centro de diseño, Xalapa, Ver. 24 de abril de 2010
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