Desde dentro. Hacia fuera. Mis sentidos se alertan.
No dejo de mover cada músculo de mis ojos y oídos.
Miles de golpes suenan armoniosamente. Líneas que duelen.
Colores que respiramos. Una imagen que recuerda algo querido.
Un silencio atrapado como símbolo del amor.
Una letra que te ve y te convoca a disfrutarla.
Blancos que sacan las contradicciones del entendimiento.
Todo dentro y fuera, no como simples formas que informan,
sino que motivan y ayudan a la reflexión.
Qué será. Qué podré hacer para ser novedoso.
Hablar con el signo. Dibujar con el sonido.
Todo lo puedo disfrutar en el corto tiempo de un espacio museable.
Todo, en fin, como resultado de un gráfico corazón.
Palabras escritas y no leídas para la exposición Retrospectiva de Diseño Gráfico de Luís Cecilio, Ágora de la ciudad de Xalapa, Ver., 3 de marzo de 1995.
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