5.12.07

Esa, la sensible línea que piensa


Érase una sencilla línea. Sola. Enroscada. Acomodada sobre ella misma.
Creo, que hasta triste. No se movía porque temía enredarse con sus propias extensiones o ideas. No deseaba nada. Era casi tonta, pero, solamente la mano de algún ser la podía llenar de esperanzas. La mano del ser golpeó, con un pequeño residuo de árbol, a la apretada masa informe, que era, justamente, la línea. El trozo de madera, manchado de amarillo, la presionó un tanto. La línea, comenzó a moverse, siguiendo la danza del trozo de madera amarillento.

Ese, el lápiz que la quebraba hacia un lado y hacia el otro, dibujaba sus
intenciones con ásperos estímulos. La línea se esforzó por liberarse de la tensión de la mano y el lápiz. No debía creer que su pasividad pudiera ser truncada. La línea se dirigía o tal vez, pasaba a ser un objeto de la creación.

La línea reconoció que podía trascender si se dejaba querer, volar y
salirse del rectángulo que la retenía. Suspiró y echó a andar buscando el arte de decir que ella era, algo más que esa simple línea del principio.

Que esperaba que su ventana fuera delineada. Que el paisaje que nos ocupa
todos los días, no debe perderse en perfecciones.

Ésa, ésta, es la línea que refuerza la imagen de un momento. Que nos apoya
y nos da sus tiempos del futuro. Es la línea que se deja amar en el dibujo de un simbólico corazón. Es la línea necesaria, de siempre, la que no olvidaremos aunque haya dejado a un lado la fuerza de la mano y se convierta, desde aquí, ahora, en electrónica.

Animación realizada por Irving Sevilla con motivo de la celebración de mi 50 aniversario profesional.

1 comentario:

Arturo dijo...
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