13.3.24

                


                    "La vida es un cartel poético"

                                     Ñiko




8.3.24


 
MUJER, síntesis de un sintagma poético,

de etimología prehistórica,
polisemia semántica
y empoderada palabra...

MUJER, un verso de breves estrofas,
que maquillan de fragancias especiales,
las hojas vacías y blancas
de libros miles...

MUJER, melodía entonada por flores,
el canto de aves libres
en sintonía con la brisa tibia marina
y el viento fresco de los bosques encantados...

MUJER, receta exquisita y complaciente,
con ingredientes de alquimias efervescentes,
de sabores delirantes
para todos los paladares existentes...

MUJER, fulgurante y resplandeciente estrella,
de dimensiones cósmicas desconocidas,
en universos paralelos y distantes,
del infinito total del Cosmos...

MUJER, guerrera y DIOSA de batallas épicas,
de anhelos místicos
y temerarias maniobras bélicas
de dulces desenlaces...

MUJER, hija, madre, hermana, compañera y amiga,
firme, incondicional y persuasiva,
de convicciones tenaces,
de voluntad osada y atrevida...

MUJER, ingenua y soñadora,
de mirada tímida y mágica,
soberbia y poderosa,
valiente y tenaz, siempre capaz...

MUJER, celebra tu ser,
disfruta tu existencia,
abre tus alas 
y vuela tan lejos como tu género...


2.3.24

28.2.24

24.2.24

 



...Sin dudarle, y ya mencionado, lo indispensable que recurrimos era a la imagen del Che para darle una solución de fácil percepción. Primero, buscar la foto que ayudara a identificar al “personaje histórico” que nos motivaba. Revisé en los archivos de fotografía todas las que tenía a mano. Encontrar la exacta fue una tarea que se regía por la confrontación, puesta al servicio de la imaginación.
Coincidimos que la mejor era la foto de Korda tomada el 5 de marzo de 1960, en el entierro por los caídos en la explosión del barco de origen francés La Coubre, en el puerto de La Habana.

Como un tanto de reflexión y tal vez de aclaración de algo curioso y solo para dejar un poco de duda y en busca de otra verdad, se dice que la foto del Che tomada por Korda, se hizo conocida por su utilización en 1968 por el dibujo de un artista irlandés del pop. Y otra versión, que un editor italiano imprimió, tras la publicación del “Diario del Che en Bolivia”, carteles con su imagen que fueron utilizados como promoción del referido libro.
En realidad en ese momento no hubo ningún vínculo con estos acontecimientos y la selección que realicé de la foto. Esta actividad creativa se llevó a cabo en 1967. La anterior comentada y a la que se le ha dado equivocadamente la primicia de imagen gráfica aparecida, fue en 1968. Además la que seleccioné era por el gusto hacia esta obra y su valor expresivo en lo que apreciamos. Todo a partir de la búsqueda de imágenes para representar y apoyar el trabajo de diseño del cartel que se requería.

Seleccionada la que parecía la más factible, donde aparentemente el rostro del Che tenía una expectativa de seguridad en su pensar, comencé la tarea de crear el diseño. Fue la etapa donde la foto se convirtió en imagen importante. Aún así, le di movimiento e hice una composición con diversos planos y tamaños de la foto. La intensión era dar como contenido, que la imagen del Che fuera capaz de multiplicarse hasta el infinito, en todas sus dimensiones reales para la historia.
El bocetaje a lápiz se realizó con la finalidad de distribuir la imagen que estaría como elemento primordial en el cartel, y armar y darle equilibrio a la composición. El estudio y utilización de la foto era indispensable e importante. La foto de la imagen del rostro del Che se fue fragmentando y colocando dentro del formato para su posterior solución.
La importancia o contenido del cartel era rendirle un tributo a su actividad revolucionaria y brindar la posibilidad de que podía reproducirse con su acción haciéndolo visualmente factible a través de la multiplicación.
La composición sería dinámica como su accionar. En el centro de la composición el rostro estaría sin ningún recurso gráfico más que el alto contraste de la figura. Con ello se vería fuerte y claro en la foto que se mostraría. Incluso la imagen del Che en la foto tomada por Korda era exacta y sin maquillaje.
Límpida y segura de su visualización. El ejercicio de pasarla al alto contraste le permitía impregnarla de un rigor visual y fuerza expresiva indispensable para acompañar al contenido del mensaje.
En el cartel se exploró la diversidad de composiciones con la foto. Se fragmentó hasta crear un solo elemento constituido por seis parte de la cara. Este ejercicio se realizó con las fotos en medio tono.
Se armó la composición y posteriormente se pasó a una técnica nueva en Cuba, que era el llamado kodalic. Una película transparente que recogía la imagen en positivo de la que hacíamos uso. Detrás en el fondo, también con un color nuevo en la paleta de los rojos (rojo saturno) hicimos la plasta de color y se situó sobre éste la película con la imagen realizada del cartel...
 (Mantendremos el suspenso... continua para su desenlace, no se lo pierdan).

Ñiko