28.9.17

Un tiempo para observar.

Este, un día, esperaba sentado en un espacio de la ciudad.
Y lleno de paciencia comencé a observar lo que ocurría alrededor de mí.
La mañana se apresuraba en transcurrir.
El clima se portaba como quisiéramos estuviera.
El sol dejaba tocarse tenue y con ganas de ser más fuerte.
Junto a mí, pasaban un sinnúmero de personas diversas y muy diferentes.
Enfrente concluían dos calles estrechas.
Una joven vendía algo con insistencia.
Un carro de venta, traía un letrero que anunciaba las ricas tortas de tamal.
El vendedor llegó y alguien vino corriendo hacia él.
Con extrema habilidad preparó dos, cortando el pan y agregándole la pieza del tamal.
Algo más allá, un hombre gritaba sin parar: ¡Camisetas 4 por 50 pesos!
Su letrero, mal escrito y sin poder leerse bien.
Alguien pasó apresurado, comentando con su acompañante, lo que tenía que hacer.
Junto a un árbol que estaba al extremo de la calle, un perro esperaba.
Fuerte, blanco y con evidente agotamiento sacaba su lengua.
Un buen número de personas se movían constantemente.
Observaba con asombro cuanto era la variedad de seres que coincidían en ese lugar.
Un carro que vendía “Hierros viejos” no paraba de proponer lo que ofrecía.
Imposible no prestarle la atención debida o tal vez no.
El camión vendedor de gas pasó con su música contagiosa.
Y alguien sacó una bocina y comenzó a sonar un canto  que valía la pena no escuchar.
Una pareja algo pasada de peso llevaba dos pequeños perros con gruesas cadenas.
El contraste era excesivo para aquellos pequeños animales.
¿Tendrían temor que sus pequeños caninos fueran o les aparecieran una fuerza descomunal?
Jóvenes iban o venían con una variedad de vestidos que no sabía cuál era el más afortunado.
Un niño gritaba porque quería un helado, que su madre estaba convencida de no comprárselo.
Así transcurría el tiempo que esperaba paciente.
Mientras, las manecillas se apuraban señalando las 11 en punto.
Era la hora de recoger un marco que había pedido hicieran.
Levanté mi humanidad y dije, basta de observar.

El momento concluyó y pude recoger el marco para terminar mi expectación.

No hay comentarios: