13.12.16

El camino de la vida.

Así se le llama al tiempo transcurrido y vivido.
Este puede ser o estar lleno de guijarros de diversos tamaños.
Por lo general, esperamos que los tropiezos que te das te enseñen.
Buscamos insaciables al bienestar que muchas veces se oculta.
Encontramos en esa búsqueda al ser que te acompañará.
Caemos una y otra vez en absurdos que nos lastiman.
Llegamos a no creer en lo que puede llegar a mostrarnos la vida.
Es muy difícil hallar a la persona que te ayude a aceptar lo que ocurra.
Confundes al amor como la indispensable compañía para no estar solo.
Haces muchas concesiones en aras de que los tropiezos sean leves.
Sacrificas tanto, que te haces vulnerable y tan débil que solo tienes energía para estar.
Das, esperando encontrar lo bello que la vida te ofrece.
Y así va pasando el tiempo y los años te imponen una obligación con lo cotidiano.
Cada vez, estás convencido que no hay nadie que pueda sentir ese indispensable afecto.
Huimos de todo lo que se acerca mostrándote “amorosamente” un instante feliz.
Pasan por tu vida compañías que ni eso lo serán.
Pero, seguimos engañándonos para que la vida tenga una justificación.
Decir amor y eso de estar enamorados se tornan como una mentira.
Si creías haberlo encontrado, el tropiezo te lanza muy lejos de la realidad.
Todo esto se vuelve una constante y dejas de buscar y creer.
Pero, la vida con sus sorpresas te deja una nota diciendo que vuelvas a creer.
Y tocas con tus labios otros, que se ofrecen delicadamente.
Esto ocurrió hace un día como hoy de 40 meses atrás.
Lo único que siento es que no pude adelantarme al tiempo.
Que hubiera pasado tantos años, que mi juventud se quedó perdida y hasta olvidada.
Te encontré, ya muy grande y mi preocupación es no poder estar a tus alturas.
Pero solo, quiero decir que las horas y días que hemos estado de la mano.
Del corazón arrebatado, cuando tu presencia se impone, han sido ÚNICOS.
Que ya he vuelto a aceptar que sí la vida puede portarse amigablemente.
Que lo bello del vivir se revierte en una compañía verdadera.
Encontrar una inteligencia con cuerpo de ángel te procura el beneplácito de un PREMIO.

Tu llenaste e hiciste renacer al AMOR que necesito para seguir estando, en esta nuestra vida.

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