20.11.16

Tapar el sol con un dedo.

No sería demasiado pretencioso hacerlo?
Seguro que el dedo quedaría algo chamuscado.
Además, de que la relación de proporción es extrema.
Ubicar la yema del dedo mirando al sol.
Uno observándola y buscando eliminarlo de la visual.
El dedo es pequeño con relación al astro rey.
Y por tanto, fuera de proporción.
En la realidad no se pretende tapar ni ocultar ningún elemento del Universo.
Pero no, es solo una manera de decir.
Todo para encontrar la solución de un grande problema.
Con algo que se nos hace mínimo.
Imaginar enfrentarnos con una dificultad mayor y cómo hacerle.
Por mucho que acerquemos el dedo a nuestro ojo, sería imposible cubrir al sol.
Pienso que si esto quiere decir, que un problema no se puede resolver.
¿Entonces qué pasa?
Por qué se repite y pregunta tanto.
Tratamos de que el asunto sea resuelto de manera clara.
Pero imposible darle el término concreto y deseado.
El tamaño del sol es incomparable con relación a la falange de un dedo.
Pero, justamente esa desproporción es lo que nos hace cavilar.
Para qué servirá tapar esa masa enorme de fuego con una pequeña parte de la mano.
Un dedo, en cuestión que no interesa mantenerlo cubierto.
Que se disponga de él para desaparecer la brillantes del referido sol.
El asunto se queda en que lo problemático va a ocupar nuestra atención.
Dándole la solución menos efectiva.
La dificultad está delante de nosotros y no sabemos como solucionarla.
O tal vez intentamos algo sin poder resolverle de manera precisa.
Lo interesante de esta expresión es como comparar dos elementos tan dispares.
Y darle su absoluta dimensión entre ambos.
Sol y dedo sirven para crear algo imposible.
¿Podrá referirse a un sueño buscado y no encontrado?

No importa, intentémoslo y tal vez lo podremos lograr. 

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