17.9.14

Un hasta luego para Joan.


Hace más de un lustro que trabajamos juntos. Fuiste muy joven, intentando encontrar esa palabra que tanto nos emociona y a la que queremos pase rápida y tal vez sin esfuerzo, la experiencia. Me haz ayudado tanto, que lo que ayer fue una simple asistencia para las clases, después se consolidó en algo lleno de resultados profesionales en cada trabajo que hacía, además del sentimiento y cariño humano entre nosotros. Joan era, es el joven talentoso, amable y amoroso que me dio y brindó siempre su asistencia. Era, es una especie de hijo pródigo (generoso). Por él, acepté estar en estos medios digitales a los que tanto miedo tenía. Hoy estoy, y se que lo voy a extrañar porque ya es parte de mi vida y trabajo profesional.
Pero, - porque sí los hay-, se va en busca de esa experiencia con la que tanto ha probado. Quiere y necesita más y cada vez, ser mejor. Tiene el valor y el valer para lograrlo.
También sabemos, él y yo, que la distancia no importa tanto. Con este breve texto le envío y deseo lo mejor. Se que el éxito será la próxima palabra que le acompañará, llenándolo de su contenido, para y hasta siempre.
Abrazos fuertes y queridos.

Ñiko

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