Así el lápiz se apoya y comienza a viajar para encontrar el lenguaje íntimo y cotidiano del amoroso amor. Describir con simples o enmarañadas líneas, los manchados colores de un vasto y complicado universo de poesía, es una empresa difícil y comprometida. Y aún más cuando se trata del poeta que escarba y transgrede tus emociones, que te obliga a sonreir, pero también a adentrarnos en lo perfecto e imperfecto de nuestra humanidad.
Siempre hemos pensado que convertir a la poesía en un espacio reducido de un formato a semejanza de un cartel es una tarea complicada para quien la emprende. Es seguro que lo que se diga estará inevitablemente vinculado a lo que sintamos. A que una tibia lágrima caiga sobre la consumida y blanquecina hoja que servirá para adornar las palabras dichas por el emocionado poeta y se vuelvan formas que griten su pasión.
Esa será nuestra obra imperecedera, el comprometido ir y venir entre lo hermoso de la palabra y de la figuración. Pero cuando la palabra se convierte en belleza y las formas intentan acercarse con timidez a ella, todo se dará vuelo y la veremos aparecer maravillándonos. Las formas serán ya poesía y las palabras se volverán formas. Si logramos unir sentimientos que se parezcan a una forma pensada a través de la palabra, entonces seremos los poetas de la forma. Este es un ejercicio de humildad visual hacia un gran amoroso de la palabra, de la poesía, de un sabio Sabines que nos dejó para un imaginario planeta de versos y nos apura para que los hagamos carteles que resumirán atentos todo lo que seamos capaces de representar como bellos seres pensantes. Disfrutemos de estos dos intentos de escarbar en nuestros corazones la belleza del pensamiento convertido en dedicados y amorosos carteles. -Ñiko
Palabras Exposición de Carteles Homenaje Jaime Sabines. Aguascalientes, octubre 2009
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