Por y para otros "horizontes"

Cómo es posible imaginar frutos sin olores ni sabores, pero a la vez llenos de una fragancia que surge de lo profundo de la tierra. Frutos que huelen a barro y a cada momento se esfuerzan por ser apetitosamente creativos. Redondeadas formas a las que se les añaden raíces y tallos que aparecen para crear una antagonía de sensaciones que ocuparán la atención de un espectador acostumbrado a ver los objetos como son.

Buscar en el interior de las adustas formas se hace el complemento al juego y disfrute de la exploración. Profundidades que aparecen en la superficie de un interior cercano.

Siempre se necesita presentar esa respuesta diferente a lo que conocemos. Esta será a partir de la imaginación que explora las visiones de lo absurdo. Así, como parte de la experiencia, la provocación llega al colmo de acompañar y rasgar otros momentos para mostrar un universo asombroso que se mueve en el plano, que entra y sale de la superficie y hace aparecer, más que la propia obra, el concepto de los creado.

Adueñarse del arte es el reto de lo no explicado, es lo necesario para saber vivir acompañados por los alados "hados" que nos abruman. Cuando el amor, entre ellos y nosotros o nuestro arte y ellos se completan, entonces hemos llegado al total disfrute y estaremos preparados para mostrar con absoluta pasión este universo lleno de gustos por esas formas que serán consumidas y maduradas por el calor del fuego, y que se quedarán para siempre en nuestra memoria.

Nada fácil: gracias Mariana, por mostrarnos ese, tu otro "horizonte".

Palabras de presentación para la exposición"Horizontes"de la ceramista Mariana Velásquez, Agora de la ciudad de Xalapa, 6 de abril de 2006